La ONU en Colombia se une en ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas.

Bogotá.- La crisis sanitaria evidenció una vez más que este tipo de coyunturas profundizan y agudizan las desigualdades de género y generan más barreras al ejercicio del derecho de las mujeres y niñas a vivir una vida libre de violencias.



En el último año, 243 millones de mujeres y niñas han sufrido maltrato por parte de sus compañeros sentimentales en todo el mundo. Mientras tanto, menos del 40 por ciento de las mujeres que sufren violencia lo denuncian o solicitan ayuda.



A raíz de esto, el Secretario General de las Naciones Unidas, instó a todos los gobiernos asegurar la prevención y la reparación de la violencia contra las mujeres y las niñas como parte fundamental de sus planes nacionales de respuesta a la COVID-19.



El llamamiento fue respondido en una declaración por 146 Estados Miembros y Observadores que expresaron su firme apoyo en el mes de abril. En los últimos meses, 135 países han fortalecido las medidas y los recursos para hacer frente a la violencia contra las mujeres como parte de la respuesta a la COVID-19. Sin embargo, todavía es preciso realizar más esfuerzos.



En Colombia, las mujeres siguen sufriendo violencias por el hecho de ser mujeres, situación que se ha visto incrementada al verse forzadas a permanecer en confinamiento con sus agresores y enfrentan más barreras para acceder a servicios de prevención y atención de las violencias. De acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina Legal, entre el 25 marzo y el 22 de septiembre (época de aislamiento preventivo), por violencia fatal fueron asesinadas 392 mujeres. A esto se suma que se practicaron 6.897 exámenes medicolegales por presunto delito sexual, en los que el 85 % fueron practicados a mujeres y niñas, además de registrarse 220 suicidios de mujeres.



El Sistema de Naciones Unidas en Colombia extiende un mensaje de urgencia para:

• Financiar acciones de respuesta, un paquete mínimo de servicios esenciales.




• Prevenir, movilizar acciones de cero tolerancia hacia la violencia basada en género.




• Responder, adoptar medidas explícitas para que los servicios para las víctimas de violencia se mantengan como esenciales.




• Recopilar, recolectar datos para mejorar los servicios y programas y medir la magnitud y persistencia de la violencia contra las mujeres y niñas.



 

Todas las mujeres deben tener garantizado su derecho a una vida libre de violencias, consagrado en la amplia normativa internacional, como la CEDAW o la Convención de Belem do Pará, y la normativa nacional con la Ley 1257, Ley 1719 y Ley de Feminicidio.



La crisis sanitaria y social derivada del COVID-19 y los planes respectivos de recuperación, así como la implementación integral del acuerdo de Paz son una oportunidad para lograr cambios sociales significativos y duraderos a nivel global y en pro de las mujeres y niñas, involucrando activamente a todos los actores del sistema: las instituciones públicas, encargadas de prevenir, atender y sancionar las violencias contra las mujeres, implementando efectivamente la legislación existente; la cooperación internacional y los aliados del sector privado, que pueden y deben proveer insumos técnicos y financieros para apoyar las iniciativas encaminadas a erradicar las violencias contra las mujeres; el conjunto de la sociedad, que debe poner fin a las actitudes y normas sociales que toleran esta violencia.



Como Sistema de Naciones Unidas en Colombia invitamos a la sociedad en su conjunto adherirse a la campaña Únete y los 16 días de activismo para prevenir y eliminar las violencias contra las mujeres y las niñas.



Todas y todos podemos marcar la diferencia durante el estado prolongado de crisis que se ha generado en todo el mundo, apoyando a mujeres y niñas para que permanezcan seguras y libres de violencia.