La guerra envenenó nuestras chagras e hizo temblar la tierra con sus bombas y sus armas.
Tierra, agua, viento, fuego, vida. El mal llegó al territorio hace cientos de años, desde que el hombre blanco piso esta tierra, desde que impuso sus costumbres y creencias, desde que se creyó superior. El mal no se fue, cuando él se fue. Se quedó, perduró. Poco a poco, se extendió sobre esta tierra, sobre nuestras selvas, contaminó nuestros ríos, cortó los árboles, se apropió de los animales, mató la vida y con ello, nos mató a nosotros.
Resguardos contra el mal by PNUD Colombia on Exposure