Desde Soacha y Cauca a la Nasa
Serán astronautas Mariana Ospina e Ingrid Guacheta son dos de las 31 niñas del programa Ella es astronauta que viajaron a la Nasa para aprender sobre el espacio
Hoy en el Día Internacional de la Niña les damos la palabra para que sigan siendo inspiración para muchas menores.
Ningún sueño es imposible de cumplir. Eso es lo que se repiten hace un año Mariana Ospina e Ingrid Guacheta cuando recuerdan que con tan solo 16 y 15 años, respectivamente, conocieron la Nasa. Esto gracias a que en octubre del 2019 la Fundación She Is y el Space Center de la Nasa firmaron una alianza para el desarrollo del programa Ella es astronauta, cuyo objetivo es impactar la vida de 31 niñas colombianas entre los 9 y 16 años, que viven en situación de vulnerabilidad, hijas de beneficiarias de la Fundación que viven en zonas rurales, en su mayoría afectadas por el conflicto armado como Putumayo, Cauca, Chocó, Bolívar, Meta, Santander, Magdalena y Cundinamarca.
La apuesta del programa es que las niñas puedan conocer todas las oportunidades que podrían encontrar en las carreras STEAM (Ciencias, la Tecnología, la Ingeniería, las Artes o las Matemáticas por sus siglas en inglés). En este programa las niñas aprendieron sobre dinámicas de liderazgo, motivacionales, trabajo en equipo a través de la resolución de problemas y gestión de la comunicación relacionadas con situaciones reales que se presentan en el espacio.
Entre el 22 y 28 de agosto las 31 niñas cumplieron su sueño después de haber esperado un largo año a causa de la pandemia: estar en la Nasa. Estuvieron en el Space Center, un centro de aprendizaje científico y de exploración del espacio que abre las puertas a las misiones de la Nasa.
Este programa es desarrollado por primera vez entre la Fundación She Is y el Space Center de la Nasa y está apoyado por el Gobierno de Suecia, ONU Mujeres, entre otras entidades.
Mariana Ospina: “quiero ser inspiración para todas las niñas”
Foto de Mariana Ospina. Cortesía de Fundación She Is.
“Vivo en Soacha, Cundinamarca, y tengo 16 años. Uno de mis mayores sueños es ser astrónoma y astrofísica. Mi pasión por la ciencia nace en la finca de un tío. Una noche estando allá sin luz, logré ver el cielo increíble. Miré arriba y le dije a mi tío: a mí me gustaría ser astrónoma y él me respondió: eso está muy bien, pero es un campo de mucha teoría, debes estudiar mucho. Mi tío seguía comentándome sobre las estrellas y cómo están conectadas con algunas historias griegas y yo era tan feliz escuchándolo.
Desde entonces me dije: algún día yo tendré que descubrir todo lo que está en el cielo, saber qué secretos se ocultan. Así nació mi amor por la ciencia y se ha ido cultivando gracias al programa Ella es astronauta. Cuando me escogieron entre varias niñas de mi barrio me puse muy contenta. Al principio nos habían comentado que iba a ser un viaje para el 26 de marzo del 2020, yo estaba muy emocionada, y una semana antes cerraron los aeropuertos por el Covid y quedamos en espera. Entonces en vez de ser un programa de una semana, pasó a ser un programa de un año. Ha sido muy emocionante.
Este viaje me cambió la vida. El programa llegó en el mejor momento porque a veces las oportunidades para las y los jóvenes en Colombia son muy escasas. Antes de que llegara el programa yo estaba desistiendo de ser astrónoma, estaba perdiendo las esperanzas, y llegó esta oportunidad y fue como echarle agua una mata que se está marchitando. Me hizo tomar consciencia que no puedo desistir de mi sueño por más loco que sea.
A las niñas les dijo: cuando una niña se interesa por la ciencia el mundo cambia. Es muy importante cultivar ese gusto para que las niñas vean otros panoramas. Este programa influyó radicalmente en la adulta que me estoy convirtiendo: yo decía que iba a conocer la Nasa a mis 30 o 32 años, solo llevo la mitad de ese tiempo de vida y ya cumplí mi sueño, el cual me permitió adquirir conocimientos y aprender de la importancia del trabajo en equipo”.
Ingrid Guacheta: “las niñas podemos ser lo que sea que nos propongamos”
Foto de Ingrid Guacheta. Cortesía de Fundación She Is.
“Vivo en Corinto, Cauca, y tengo 15 años. Estar en el programa ha sido un proceso bastante complejo porque la pandemia nos hizo esperar un año para el viaje a la Nasa. Pero la espera se convirtió en un viaje también: conocí a las otras niñas, aprendí de ellas, todo esto a la vez que nos enseñaban sobre el hábitat lunar, Marte, entre muchas otras cosas del espacio.
Todas las niñas somos de municipios apartados de oportunidades, ese es el principal motivo por el que nos escogieron. La idea es que también estuviéramos interesadas en las carreras Steam y que lográramos motivar a más niñas. Es importante todo este programa para nosotras porque estamos empoderándonos más como mujeres. Las carreras Steam son estudiadas en su mayoría por hombres y este programa nos impulsa a romper ese estereotipo: si nos gusta la ciencia debemos considerar ese interés, no debe haber límites. Si queremos ser astronautas, podemos serlo.
Este viaje me cambió demasiado la vida. Conocer de cerca detalles del espacio, poder conocer presencialmente a otras niñas maravillosas que como yo sueñan con ser científicas, fue maravilloso. No hay palabras para poderlo explicar. Estoy demasiado feliz porque aprendimos mucho. Todas tenemos conocimientos que podemos replicar en nuestras comunidades. Antes del viaje no tenía muy claro si quería estudiar una carrera que tuviera que ver con la ciencia, ahora estoy más que segura. Y con esa certeza quiero seguir inspirando a más niñas.
Los sueños sí se cumplen. Yo cumplí mi sueño de ir a la Nasa, lo cumplimos 31 niñas y fue maravilloso. Tal vez algunas digan que no pueden, pero sí se puede. Los sueños no son un imposible. Hay que ser disciplinadas. Todas podemos ser lo que nos propongamos ser”.