Encuentro sin fronteras

Comunidades étnicas de Colombia y Ecuador intercambian saberes sobre el agua y los alimentos en tiempos de cambio climático.
El agua y las semillas conocen la historia de la humanidad y abren camino a la vida en una relación que desconoce fronteras. De la misma forma, algunas comunidades vecinas tienen un vínculo recíproco en el territorio donde las fronteras no marcan diferencias. Así confluyen poblaciones afro, indígenas y campesinas de Colombia y Ecuador.
Para afianzar esa convivencia e integrar los saberes ancestrales, el Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) acompañaron un espacio de encuentro en torno al cuidado del agua y de los alimentos como sustento de la vida.
El “Foro y feria binacional sobre cambio climático, seguridad alimentaria y género” tuvo lugar este mes en la ciudad de Pasto, Nariño, y fue un escenario de reconocimiento de la diversidad cultural y ecológica de la frontera entre Colombia y Ecuador y de la colaboración entre las comunidades afrodescendientes, campesinas e indígenas Awá y Otavalo que habitan la región.
En este diálogo se compartieron conocimientos sobre el agua, las semillas, el alimento y las estrategias para contrarrestar los efectos de la crisis climática. La gestión de recursos naturales, el nombramiento de territorios colectivos, la creación de zonas de reserva, el fortalecimiento de la gobernanza, la conservación de semillas y la promoción de la seguridad alimentaria fueron algunos de los temas abordados con enfoque territorial, étnico y de género. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se suma a estos esfuerzos a través de dos iniciativas de trabajo con las comunidades y los gobiernos de Colombia y Ecuador: el Proyecto Binacional de Adaptación al Cambio Climático, liderado por WFP, y el Proyecto de Cuencas Binacionales Mira - Mataje - Carchi - Guáitara que implementa el PNUD. Ambos proyectos buscan mejorar la calidad de vida a través de la preservación de las fuentes hídricas necesarias para el aprovisionamiento de agua segura y el cultivo de alimentos.
Las acciones de la ONU en los territorios permiten fortalecer la seguridad alimentaria y las condiciones sanitarias, generan beneficios ambientales y socioeconómicos, revitalizan conocimientos ancestrales y fomentan la participación de los actores comunitarios. De esta forma, construimos tejido social y resiliencia mientras se preserva el legado cultural y ambiental para las generaciones venideras.
Estas son algunas voces de los participantes del “Foro y feria binacional sobre cambio climático, seguridad alimentaria y género”.

“Ha sido todo un proceso de aprendizaje. Se han rescatado los saberes ancestrales de las comunidades para unirlos al conocimiento técnico en pro de la adaptación climática. En el territorio trabajamos con viveros de manglares y con siembras programadas, así que es bueno tener estos espacios para transmitir el sentir de las comunidades, socializar el conocimiento y conocer de otras experiencias, porque al final aunque somos de países distintos tenemos culturas muy similares y compartimos ríos y territorios”.
~Eliana Prado – Consejo Comunitario Bajo Mira y Frontera, Tumaco, Colombia.

“Estos diálogos de saberes orientan sobre el cuidado de la naturaleza a través por ejemplo de la creación de chagras y huertas para la seguridad alimentaria. Nuestros ancestros cultivaron y consumieron productos naturales, perder estas prácticas hace que la enfermedad llegue a las comunidades. El llamado es a seguir fortaleciendo desde nuestros predios cada una de las semillas que intercambiamos y multiplicamos entre los pueblos de Colombia y Ecuador”.
~Piedad Yascorán – Pueblo Awá, Colombia.

"Estas luchas nos hacen repensar el territorio extenso y diverso donde queremos pervivir, no solo sobrevivir. No queremos que, en el futuro, las nuevas generaciones tengan que salir del territorio. Por eso hemos propuesto un gran corredor Awá en articulación con las autoridades y comunidades para tener acceso a los alimentos. Para nosotros el territorio está vivo, siente y sufre, por eso debemos cuidarlo, para que nuestra cultura tampoco se acabe”.
~Amílcar Chapues – Gran Familia Binacional Awá, Colombia.

“Primero hay que unirnos como comunidades para trabajar con los proyectos, encaminarlos y hacerlos realidad. Con el apoyo de las organizaciones y la institucionalidad, desarrollamos acciones para contrarrestar los efectos del cambio climático y articulamos esfuerzos para el cuidado del agua. Actualmente tenemos en un 80 % de ejecución la planta ecológica de tratamiento de aguas residuales, una propuesta sostenible y sustentable que será administrada por los propios comuneros de La Rinconada. Esta planta nos ayudará a tratar las aguas hervidas para reutilizarlas en los sistemas de riego en nuestros cultivos. Esto nos permite descontaminar nuestro río Tahuando que atraviesa las parroquias de Angochagua, Esperanza y el cantón de Ibarra antes de juntarse al río Mira. Así aportamos al mundo”.
~Rosa Colimba – Asociación Almawa, Parroquia de Angochagua, Ecuador.

“Compartimos conocimientos y pensamientos propios de cada uno de nosotros, hijos e hijas de esta diáspora africana, pueblos y nacionalidades indígenas. Esa memoria colectiva de los ancestros acompañó estas jornadas de trabajo. Queda la tarea de reconocer en la sabiduría de los mayores y mayoras ese legado aún guardado en estas comunidades. Debemos garantizar la sostenibilidad de cada una de estas semillas y productos que intercambiamos, que hacen parte de nuestra canasta y forma de alimentarnos. En las comunidades no hay nada perdido, la sabiduría está guardada, de nuestras acciones depende que regrese a la casa de la memoria y a los territorios para que sigan existiendo y resistiendo los efectos del cambio climático”.
~Inés Morales – San Lorenzo, Ecuador
Sobre los proyectos:
El proyecto “Manejo Integrado de los Recursos Hídricos de las Cuencas Binacionales Mira, Mataje y Carchi – Guáitara, Colombia-Ecuador", liderado por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, con el apoyo del PNUD y recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF por sus siglas en inglés), tiene como objetivo promover la gestión integrada del recurso hídrico fronterizo por medio del fortalecimiento de capacidades institucionales y de gestión a nivel regional, local y comunitario para lograr beneficios ambientales y socioeconómicos.
Por su parte, con el apoyo del Fondo de Adaptación del Protocolo de Kioto, el Proyecto Binacional de Adaptación es una iniciativa conjunta entre los gobiernos de Colombia y Ecuador para fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional de las poblaciones Afrodescendientes e indígenas Awá de la frontera colombo ecuatoriana. El Programa Mundial de Alimentos (WFP) implementa este proyecto a través de medidas de adaptación al cambio climático que surgen de procesos participativos e incluyen el enfoque de género para aportar a medios de vida sostenibles, inclusivos y sustentables.