La ONU llama a restaurar tierras como base de una economía billonaria
17 junio 2025
- Colombia acoge el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2025
- África y América Latina lideran los compromisos mundiales de restauración de tierras
- Las pérdidas mundiales por degradación de tierras triplican el importe anual de la AOD
- Se necesitan 1.500 millones de dólares al día para sanear 1.500 millones de hectáreas de tierra
Bonn/Bogotá, 17 de junio de 2025 - Si seguimos por el mismo camino, el mundo tendrá un área casi tan extensa como Sudamérica (16 millones de kilómetros cuadrados) en proceso de degradación para 2050. En Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía de este año, las Naciones Unidas han instado a los líderes mundiales a intensificar la restauración de tierras degradadas, destacando que devolver la salud a 1.500 millones de hectáreas podría generar activar un sector económico valorado en un billón de dólares.
En su mensaje, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha afirmado: "Lo que es bueno para la tierra es bueno para las personas y las economías. Pero la humanidad está degradando las tierras a un ritmo alarmante, lo que cuesta casi 880.000 millones de dólares cada año a la economía mundial, mucho más que las inversiones necesarias para atajar el problema."
"Insto a los gobiernos, las empresas y las comunidades a que respondan a este llamamiento y aceleren la adopción de medidas para cumplir los compromisos compartidos sobre el uso sostenible de la tierra. Debemos revertir la degradación e impulsar la financiación para la restauración, lo que incluye promover la inversión privada", ha declarado.
Este llamamiento a la acción ha estado en el centro de la celebración mundial del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía de este año, celebrado en Bogotá (Colombia) bajo el lema ‘Restaurar la tierra. Generar oportunidades’.
El Secretario Ejecutivo de la CNULD, Ibrahim Thiaw, ha declarado: "La celebración de este año pone de relieve los enormes beneficios de revitalizar nuestras tierras; beneficios que no podemos permitirnos pasar por alto, ya que la población mundial alcanzará los 10.000 millones de habitantes en 2050. Es urgente frenar la competencia por unos recursos naturales cada vez más escasos: sin alimentos nutritivos, agua limpia y materias primas no hay medios de vida; y sin ellos, no puede haber prosperidad económica, estabilidad política ni paz duradera. Una tierra restaurada es una tierra de oportunidades infinitas, y abrirnos a ellas depende de todos nosotros".
Liberar el potencial de la restauración de tierras
Según el último análisis de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), restaurar 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas en todo el mundo podría generar hasta 1,8 billones de dólares anuales, y cada dólar invertido retornaría entre 7 y 30 dólares gracias a la mejora de los servicios ecosistémicos y los medios de subsistencia. Los efectos combinados de la degradación de tierras y la sequía ya cuestan a la economía mundial 878.000 millones de dólares al año, tres veces la cifra de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) en 2023.
África subsahariana, que alberga el 45% de las tierras degradadas del mundo, lidera los compromisos mundiales de restauración de tierras con más de 440 millones de hectáreas comprometidas, lo que podría crear hasta 10 millones de empleos en los sectores de la agricultura y la silvicultura sostenibles de zonas vulnerables como el Sahel.
América Latina y el Caribe, que representa el 14% de las tierras degradadas del mundo, tiene el segundo mayor objetivo de restauración, con más de 220 millones de hectáreas, lo que demuestra un gran potencial y compromiso para revitalizar grandes extensiones de tierras degradadas.
Asia Occidental y África Septentrional se han comprometido a restaurar más de 150 millones de hectáreas de tierras. En estas regiones, casi el 90% de la tierra está ya degradada y el impacto combinado del aumento de las temperaturas y la escasez de agua están ejerciendo una presión cada vez mayor tanto sobre las personas y los sistemas agrícolas y naturales.
La degradación del suelo se debe en gran medida a la deforestación, la agricultura insostenible y la expansión urbana; además, se ve exacerbada por el cambio climático y respaldada por el doble reto de la pobreza y el consumo excesivo.
Cumplir los objetivos mundiales de restauración de tierras requiere 1.000 millones de dólares al día de aquí a 2030. Ello requiere una contribución mucho mayor del sector privado, que sólo aporta 6% de las inversiones mundiales para recuperar las tierras del mundo como base de nuestras sociedades, economías y ecosistemas funcionales.
Colombia pone la tierra en el centro del desarrollo
Colombia, que acoge hoy la celebración mundial del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, es uno de los países que están situando la tierra en el corazón de su agenda de desarrollo, reconciliación y clima. La degradación de tierras afecta a casi el 30% de su territorio y más del 40% de sus suelos son vulnerables a la salinización, lo que repercute directamente en los medios de vida de uno de cada diez colombianos. De ahí la urgencia de conservar, gestionar de forma sostenible y recuperar la tierra.
En la actualidad, el país está restaurando más de 560.000 hectáreas de tierra, ampliando los sistemas agroforestales y avanzando en la planificación del uso del suelo en las zonas rurales. En los últimos cinco años, el país ha reunido a agricultores, sociedad civil y científicos en torno a iniciativas para restaurar cuencas hidrográficas críticas, fomentar el cultivo sostenible del café y la ganadería, y mejorar la calidad de los suelos productivos, con especial atención a las regiones caribeña y andina.
La Ministra de Agricultura de Colombia, Martha Carvajalino, ha destacado la integración de los planes de reforma agraria y restauración en el país: "En Colombia, sabemos que la distribución equitativa de la tierra no es suficiente; también debemos sanar nuestra tierra y nuestros suelos. En todo el mundo, la restauración de la tierra sienta las bases para la seguridad alimentaria y el empleo, sustenta la acción por el clima y la biodiversidad, y es esencial para cimentar la paz y la democracia. Al acoger la celebración mundial del Día de la Desertificación y la Sequía, reiteramos nuestro compromiso de dar prioridad a la restauración de tierras, entendiendo que las tierras son la vida.
La Secretaria Ejecutiva Adjunta de la CNULD, Andrea Meza, ha declarado: "Aplaudo a Colombia por situar la salud de las tierras en el centro de la agenda de desarrollo, biodiversidad y clima del país. Restaurar la tierra no es sólo una cuestión de medio ambiente, sino un imperativo de justicia ambiental y un prerrequisito para la estabilidad y la prosperidad."
La celebración mundial forma parte del Foro Global de la Tierra, auspiciado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, el Centro de Investigación y Educación Popular/Programa para la Paz (CINEP) como líder de un Comité Organizador Nacional de actores de la sociedad civil, la Unión Europea y el International Land Coalition.
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Notas:
Hoja informativa y sitio web sobre el Día de la Desertificación y la Sequía 2025
Acceda aquí a material audiovisual sobre la celebración mundial.
Para más información, póngase en contacto con:
Oficina de prensa de la CNULD press@unccd.int
Acerca de la CNULD
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) es la visión y la voz mundial de la tierra. Unimos a gobiernos, científicos, responsables políticos, sector privado y comunidades en torno a una visión compartida y una acción global para restaurar y gestionar las tierras del mundo para la sostenibilidad de la humanidad y del planeta. Mucho más que un tratado internacional firmado por 197 partes, la CNULD es un compromiso multilateral para mitigar los impactos de la degradación de tierras y avanzar su gestión para que siga proporcionando alimentos, agua, cobijo y oportunidades económicas a todas las personas de una manera equitativa e inclusiva.
Acerca del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
Declarado oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994 (A/RES/49/115), el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra anualmente el 17 de junio, pone de relieve soluciones prácticas a la lucha contra la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía.
El lema del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2025 es ‘Restaurar la tierra. Generar oportunidades’, subrayando los múltiples beneficios vinculados a la restauración de la tierra. Colombia acoge la celebración mundial del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2025. La celebración se enmarca en el Foro Global de la Tierra.
Países y comunidades de todo el mundo organizan actividades para conmemorar el Día. Las anteriores celebraciones mundiales del Día de la Desertificación y la Sequía tuvieron lugar en Alemania (2024), Estados Unidos (2023), España (2022), Costa Rica (2021), República de Corea (2020), Türkiye (2019), Ecuador (2018), Burkina Faso (2017) y China (2016).