Cooperación internacional, justicia y paz, claves para el camino a la igualdad de género en Colombia

Nota de ONU Mujeres
Mientras algunos recortes globales amenazan con dejar sin sostenibilidad el trabajo de cientos de organizaciones que defienden los derechos de las mujeres, en Colombia la Mesa de Género de la Cooperación Internacional, el Gobierno y la rama judicial unen fuerzas para demostrar que la igualdad de género no es solo una meta, sino una responsabilidad compartida que exige acción inmediata y sostenida.
La sesión plenaria de la Mesa de Género de la Cooperación Internacional, que agrupa a 53 embajadas, agencias de la ONU y organizaciones internacionales, reafirmó su compromiso con la igualdad de género en Colombia, en medio de una creciente preocupación por los recortes en la ayuda humanitaria. Según una encuesta global de ONU Mujeres, el 90 % de las organizaciones que trabajan en contextos humanitarios han sido afectadas por estos recortes; el 52 % ha tenido que suspender sus programas y casi la mitad teme cerrar en los próximos seis meses.
Frente a este panorama adverso, la Mesa reiteró su apuesta por fortalecer la acción multilateral y avanzar en agendas comunes que impulsen la garantía de derechos para niñas y mujeres. En esta plenaria se destacaron tres grandes ejes: la agenda intergubernamental, la implementación del Plan de Acción de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU (sobre mujeres, paz y seguridad), y la articulación con la Comisión de Género de la Rama Judicial.
Bibiana Aido Almagro, representante de ONU Mujeres en Colombia, entidad que ejerce el rol de secretariado técnica de la Mesa, subrayó la importancia de espacios internacionales como la Cuarta Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo en Sevilla, el foro feminista que se celebrará en ese marco, la Cuarta Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, y la próxima Cumbre CELAC–Unión Europea, donde se prevé lanzar un pacto biregional por los cuidados. En su intervención, Aido insistió en que estos foros son claves para impulsar acciones concretas que permitan garantizar derechos y promover el empoderamiento de las mujeres.

En representación del gobierno colombiano, la viceministra de las Mujeres, Tamara Ospina Posse, y la embajadora itinerante para asuntos de género, Arlene Tickner, presentaron los avances en la implementación del Plan de Acción de la Resolución 1325. Este plan, considerado uno de los más participativos del mundo, ha contado con la participación de más de 1.500 mujeres y contempla nueve enfoques y siete líneas temáticas. Ya existe un documento técnico y un decreto listo para firma, producto de una amplia concertación institucional. Ospina explicó que se ha instalado un comité de seguimiento y que ya se
cuenta con un plan estratégico a diez años y otro de corto plazo que cubre hasta 2026. “Quiero invitarlas a que sigamos articulando el trabajo en unidad que hemos hecho juntas, porque para el tema de las mujeres se necesita la voluntad de todos”, manifestó.
Eric Mayoraz, embajador de Suiza y presidente de la Mesa de Género, respaldó la iniciativa y señaló que “el plan lo vemos como un plan de Estado, más allá del 2026. Vamos a seguir de cerca la implementación, gracias por integrarnos a la mesa de seguimiento”.
Durante la sesión también se presentó la política de igualdad y no discriminación de la Rama Judicial, liderada por la magistrada Magda Victoria Acosta, que busca garantizar igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y eliminar toda forma de discriminación por razones de género en el sistema judicial. “No es una elección tener el enfoque de género para el operador judicial, es un estándar ético que debe asumir como servidor público”, afirmó la magistrada. Además, destacó los puntos en común entre la Comisión y la Mesa: promover una vida libre de violencias, garantizar el acceso a la justicia, abordar la movilidad humana y prevenir la explotación y el abuso sexual.
Tras estos elementos de análisis conjunto, la Mesa de Género de la Cooperación Internacional reafirma que solo mediante la voluntad política, la articulación institucional y el compromiso con la sociedad civil será posible avanzar hacia un país donde la igualdad no sea un ideal lejano, sino una realidad cotidiana para todas las mujeres y niñas en Colombia.