Tejiendo lazos: Un intercambio de experiencias unió a excombatientes de Caquetá y Putumayo

El Antiguo Espacio de Capacitación y Reincorporación (AETCR) de Agua Bonita, en La Montañita (Caquetá) y La Granja COMUCCOM zona de Paz, en Puerto Guzmán (Putumayo), compartieron conocimientos sobre sus iniciativas productivas y, juntos, aprendieron sobre igualdad de género y economía del cuidado. 



Cuatro personas en proceso de reincorporación del AETCR Agua Bonita, en Caquetá, emprendieron un viaje hacia Puerto Guzmán, en Putumayo, para conocer las iniciativas productivas y dialogar sobre igualdad de género con los habitantes de la Granja de Paz, un asentamiento de personas en proceso de reincorporación en el que se desarrollan diversas iniciativas productivas. A su vez, seis personas de la Granja de Paz viajaron a La Montañita para conocer Agua Bonita, sus iniciativas productivas y sus esfuerzos en materia de igualdad de género. Este intercambio fue apoyado por fondos del Departamento de Asuntos Políticos de Naciones Unidas a través de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, así como del equipo de género de la Misión de Verificación y el Consejo Nacional de Reincorporación.



En Puerto Guzmán, el primer día, la jornada se centró en el fortalecimiento del enfoque de género en las iniciativas productivas y la vida diaria. Con un taller sobre nuevas masculinidades, facilitado por las mismas excombatientes del comité de género de Agua Bonita, los hombres cuestionaron y afirmaron la responsabilidad compartida en las tareas de cuidado. Además, en un taller facilitado por la Misión de Verificación, se realizó una evaluación de la inclusión del enfoque de género en los proyectos productivos en las iniciativas que desarrolla actualmente la cooperativa COMUCCOM, que agrupa a los integrantes de la Granja de Paz.



“Cuando estábamos en armas, esto de compartir experiencias lo hacíamos todo el tiempo entre frentes, pero con el inicio del proceso de paz dejamos de hacerlo. Por eso, para mí, esta es una oportunidad muy importante para formarnos y compartir. Espero que no sea la última vez”, afirmó Yurley, una de las excombatientes del AETCR Agua Bonita que viajó hasta Puerto Guzmán.



El segundo día, los visitantes de Agua Bonita realizaron un recorrido por la Granja de Paz donde conocieron el proyecto de piscicultura, los sistemas agroforestales y viveros comunitarios. Allí, intercambiaron saberes sobre temas agropecuarios que les permitieron fortalecer sus ideas productivas y construir planes de trabajo conjunto en el futuro.



Paula, una de las mujeres participantes en el intercambio, se refirió a lo provechoso que fue para ella este diálogo, pues “entre nosotros (los excombatientes), hablamos un mismo lenguaje”.



Ya en Agua Bonita, los visitantes de la Granja de Paz hicieron un recorrido por las piscinas de piscicultura del AETCR y los demás proyectos productivos: ganadería, cultivo de piña, porcicultura;, donde pudieron conocer las tecnologías que allí se han implementado y que les servirán para su propia iniciativa. Así mismo, dialogaron sobre la inclusión de la economía del cuidado y el enfoque de género en dichos proyectos. Las mujeres visitantes de la Granja de Paz también facilitaron un taller  sobre  la construcción de la política pública de género en Puerto Guzmán y su experiencia con las autoridades locales.

“No puedo expresar en palabras lo que siento. Estamos llenos y felices con este compartir”, mencionó emocionado Armando Aroca, dirigente de la cooperativa COMMUCON, quien agradeció a la Misión de Verificación por facilitar este intercambio

Finalmente, los participantes en el intercambio fueron a una de las veredas aledañas a Agua Bonita, donde dialogaron con sus habitantes. La comunidad resaltó cómo la llegada del proceso de paz ha traído consigo que se dejen atrás las diferencias del pasado, y ha permitido que empiecen a trabajar juntos en proyectos productivos que beneficiarán no solo a excombatientes, sino a campesinos y campesinas de la región.

 

Este intercambio demostró no solo los intereses compartidos entre las personas en proceso de reincorporación y la potencia del diálogo de saberes, sino también fue la forma de empezar a tejer lazos de reconciliación con las comunidades, desde una perspectiva de reincorporación comunitaria.



Compañerismo, unión, resiliencia, acción colectiva y compromiso fueron las palabras que los y las participantes mismas resaltaron como el espíritu del encuentro. Según ellos mismos, quedan con la esperanza de que no sea la última vez que vivan este tipo de espacios tan enriquecedores, que les han permitido dialogar y empezar a tejer lazos de desarrollo y reconciliación.

 



Laura Santamaría  

Oficial de Información Pública Florencia

Misión de Verificación de la ONU en Colombia