Al igual que en todo territorio colombiano, la COVID-19 golpeó la salud y los medios de vida del pueblo indígena Misak, que habita en el suroccidente del país. Y a pesar de sus impactos y consecuencias, los cerca de 14.000 habitantes del cabildo de Guambía han combatido a la enfermedad a partir de su medicina ancestral y de la conexión con su territorio, en complementariedad con las medidas de bioseguridad sugeridas por la OPS/OMS y el Ministerio de Salud de Colombia.