Se estrenó en Colombia el corto documental "Buena tierra. El trabajo y la paz en el campo" apoyado por la OIT

La pieza producida en alianza con la ONG FESCOL, la asociación de campesinos ASOAGRIBOY y el sindicato FENSUAGRO fue proyectada en el evento...
"Encuentro de apuestas por el trabajo decente" liderado por la Gobernación de Boyacá a propósito de la Día Internacional del Trabajo Decente, el pasado martes, 12 de octubre.
"Lo que nosotros tenemos es buena tierra. Buena tierra que abona mora, buena tierra que abona leche, buena tierra que da buenos hombres", es la frase con la que inicia este corto documental que a través de las voces de campesinas y campesinos de la Asociación de Pequeños y Medianos Agricultores del departamento de Boyacá en Colombia (ASOAGRIBOY), reivindica el trabajo del campo como un trabajo digno, y el ser campesino como una identidad colmada de tradición, cultura y profundo arraigo a aquel suelo donde, al igual que sus ancestros, han echado raíces.
Un trabajo esencial del que la OIT reconoce su enorme potencial para crear empleos decentes y productivos, así como para contribuir al desarrollo sostenible y al crecimiento económico. Sin embargo, aunque representa una proporción significativa del empleo y la producción en América Latina, se caracteriza de forma generalizada por la existencia de un elevado nivel de pobreza y de graves déficits de trabajo decente. (Ver: Economía Rural, OIT)
En Colombia, se estima que la tasa de informalidad en el ámbito rural fue de 85,3% en el año 2019 (basado en la contribución a pensiones), mientras que en 2020 la pandemia generada por la COVID-19 habría aumentado la tasa de desempleo en 2,3 puntos porcentuales respecto al año anterior (6,5%). Las actividades más afectadas son aquellas vinculadas a la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, que en condiciones normales empleaban 6 de cada 10 trabajadores rurales.
Reactivar el campo con las y los trabajadores rurales como protagonistas es el llamado que recoge el corto y que se suma al Llamamiento Mundial a la Acción al que se comprometieron los 187 Estados miembros de la OIT este año para una recuperación de la COVID-19 centrada en las personas. El llamado convoca a trabajar conjuntamente para aliviar las cicatrices que se han profundizado y han afectado a los grupos históricamente más vulnerables, como las y los trabajadores rurales y entre ellos los jóvenes, las mujeres y los adultos con menores cualificaciones.
“No necesitamos regalos, necesitamos que valoren el trabajo que hacemos.
Aura Nelsy Torres, campesina de Ramiriquí, Boyacá
Junto con la proyección del corto documental fue presentado el modelo piloto para el fortalecimiento de la economía familiar campesina, por parte del Centro Regional de Gestión para la Productividad y la Innovación de Boyacá (CREPIB), derivado de un trabajo articulado que por más de dos años reunió a la Secretaría de Desarrollo Empresarial de la Gobernación del departamento y a la OIT.
El video tiene lugar en el campo del departamento de Boyacá, Colombia, y es un reflejo de los procesos desarrollados por la OIT con el apoyo de FESCOL para aportar en la implementación del acuerdo de paz. Sus protagonistas son campesinos y campesinas afiliados a la Asociación de pequeños y medianos Agricultores de Boyacá – ASOAGRIBOY- con quienes se ha trabajado más de tres años, fortaleciendo sus capacidades de incidencia en política pública, y para participar en espacios de diálogo social con la autoridad departamental, empresarios y demás actores del mundo del trabajo, que les permitan exponer sus necesidades y sus propuestas.