Una nueva forma de entender la pobreza y la desigualdad en Colombia: cómo lo que pensamos y percibimos afecta el bienestar de las personas y la generación de riqueza para el país

• Por varias décadas Colombia ha presentado alta desigualdad y baja productividad. Estos dos fenomenos han restringido la generación de riqueza y el crecimiento del país. Hasta ahora no se ha podido explicar suficientemente sus causas, sin embargo, este estudio propone el uso de variables subjetivas tales como las creencias y percepciones para dar a conocer que el sentir de las personas puede incidir en sus decisiones. Éstas pueden limitar las capacidades y oportunidades para el desarrollo humano y con ello perpetuar las condiciones de desigualdad y baja productividad.
•  El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) revela los resultados del segundo cuaderno del Informe sobre Desarrollo Humano 2023 “Percepciones y bienestar subjetivo en Colombia. Más allá de los indicadores tradicionales”, elaborado con el apoyo del Gobierno de Suecia.

Este miércoles 1 de Marzo fue presentado el segundo cuaderno de Desarrollo Humano titulado “Percepciones y bienestar subjetivo en Colombia: más allá de los indicadores tradicionales”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el apoyo del Gobierno de Suecia. Por primera vez un informe Desarrollo Humano se enfoca en reflexionar sobre cómo las percepciones subjetivas de las personas influyen en su entorno socioeconómico y sobre su nivel de bienestar.

El documento identificó que no se ha prestado suficiente atención a las percepciones de las personas al momento de analizar la desigualdad: factores subjetivos como percepciones o desconfianza, refuerzan aspectos que mantienen la baja productividad y la persistencia de las desigualdades como factores que no permiten superar la pobreza y generar riqueza al país.

La realidad del país es diferente a las percepciones de las personas. Por ejemplo, el estudio encontró qué en Colombia, tres de cada diez hogares clasificados en la pobreza no se consideran pobres, mientras que un cuarto de la población en clase media y el 6% de la clase alta se identifican como más vulnerables de lo que son en realidad.

Además, hay una tendencia general a ubicarse en las posiciones medias de la distribución de ingresos, es decir, los pobres se consideran menos pobres de lo que realmente son y los de clases alta y media se ubican en una posición social menor de la que tienen.

“Es por este motivo que en promedio, las personas en Colombia no conocen la magnitud de la desigualdad de ingresos. Los pobres se sienten menos pobres y los más favorecidos no son conscientes de que son tan favorecidos. Eso termina reduciendo la demanda de políticas redistributivas, generando poca solidaridad y poco interés por el pago de impuestos y eso, a su vez, termina perpetuando la desigualdad” asegura María Angélica Arbeláez, directora del Informe.

A estas percepciones también se suma una alta desconfianza interpersonal e institucional, en gran medida como resultado de los altos niveles de desigualdad y pobreza. Hay desconfianza en instituciones distintas a la familia, muy poca confianza en el Gobierno, en los políticos, en la justicia y en la eficiencia de los servicios sociales.

“Si Colombia quiere generar riqueza y superar la pobreza, es prioritario entender las percepciones de los ciudadanos: cómo se sienten, en qué creen y confían, y qué perciben que está afectando a su entorno, sus expectativas y su toma de decisiones. Por esto el informe ofrece novedosos y mejores elementos para los análisis y el diseño de políticas públicas que permitan disminuir la pobreza y las desigualdades” asegura Sara Ferrer Olivella, representante residente del PNUD en Colombia.

Este segundo cuaderno de desarrollo humano describe como, a través del análisis de variables subjetivas, Colombia está sumergida en una trampa de pobreza y desigualdad, y baja confianza. La pobreza y la desigualdad reducen la confianza, la baja confianza afecta el crecimiento y el bajo crecimiento hace más difícil reducir la pobreza y la desigualdad. En otras palabras, la alta desigualdad y la escasa confianza entre la población conducen a la sociedad a un equilibrio ineficiente y poco productivo.

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